Espero que sea de ayuda.
NO AL PLAGIO
La autonomía de la marioneta
En la enfermería es importante conocer aspectos que lleven al éxito de esta labor, resaltando la búsqueda por la estabilidad y la recuperación de la salud cuando esta es alterada, no obstante, para acercarse a estos aspectos, es vital en primera saber que es la salud, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “Estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad” (OMS). Para lograr dicha labor también se debe conocer el significado de esta tarea, “Enfermería, en general, se trata de la asistencia y cuidados de otro individuo. De modo más específico, la enfermería se refiere a los cuidados del enfermo y al trabajo relacionado con la prevención y la salud pública” (Microsoft ® Encarta ®2009)
Uno de los aspectos que pueden traer como consecuencia el éxito de la labor de la enfermería, anteriormente dicho, es el uso de la razón en esta, lo que puede crear una interrogante ¿Cómo radica el uso de la razón en el desarrollo de la labor de la Enfermería?
La razón es “la aprehensión de la realidad en su conexión” (Marias, 1995), la cual resalta como punto principal el poder explicar, comprender e interpretar un fenómeno, con fines de refutación, cuestionando e indagando, para poder proponer y transformar ideas anteriores al fenómeno, generando unas nuevas, buscando siempre un cambio, tratando de desarrollar el concepto que se tiene sobre cualquier fenómeno, tratando de establecer una verdad siempre cambiante sobre este, las cuales se consoliden en fundamentos adecuados y coherentes al tema.
Tomando esto, se puede adecuar el uso de la razón en la labor de la enfermería; como se planteo anteriormente la enfermería se preocupa por mantener y cuidar la salud de un individuo; parte primordial como profesionales en el campo de la salud, es que cuando se manifiesten alteraciones en la salud o enfermedades “Cualquier estado donde haya un deterioro de la salud del organismo humano” (Microsoft ® Encarta ®2009), se deben buscar las posibles causas de la enfermedad, para esto se debe reflexionar sobre todo lo referente a la alteración, se deben cuestionar las posibles hipótesis, se deben saber interpretar de manera correcta los diferentes orígenes, para poderlos comprender de manera adecuada, encontrando la concordancia de todos estos aspectos.
Al analizar estos aspectos que conllevan al razonar y a la búsqueda por la aproximación del “¿Por qué?” de las alteraciones de salud que dificultan la correcta labor de la enfermería, es importante estar en un constante cambio, buscando el progreso de todo aquello que cuestione lo que se plantea a través del desarrollo de esta profesión, generando nuevas ideas, creando evolución en los aspectos de la salud. Cuando no se es competente y no se busca razonar en el campo de la salud las consecuencias, serán varias, todas girando entorno al estancamiento en el conocimiento de lo referente al campo de la salud, pues no se puede basar todo lo que se ve a lo largo de la profesión en el único conocimiento ya adquirido, pues este debe ser cambiante para el progreso en la enfermería.
El cambio, la renovación, aprender a sorprendernos cada ves más de las cosas que catalogamos como comunes, esa es la llave para el éxito. El ser humano es un individuo cambiante, que no solo modifica su entorno sino que cambia su interior de tantas formas como le es posible. ¿Cómo pretende un profesional de la salud que todavía cree que sus conocimientos son inmutables atender satisfactoriamente a un paciente?
Esta labor no solo es monótona, también es poco eficiente e incomoda para el profesional y para el paciente. Nótese el uso de la palabra ES, la cual demuestra la situación de un país como Colombia, donde la salud es llevada de la mano por la empresa privada y la salud brindada por el estado es casi una sentencia de muerte. Pero esta situación no es más que el resultado de años y años de apatía por parte de los enfermeros y médicos por mejorar su capacitación, que desemboco en una invasión de empresas en busca de un buen negocio, todas las personas se enferman, eso es un buen rango de mercadeo.
No obstante, cuando no se peca por defecto, se peca por exceso. En los anteriores días un congreso de enfermería pretendía informar sobre “las nuevas tendencias de enfermería”. Aunque sus intenciones fueron buenas, los resultados dieron mucho que desear, sobre todo en la capacitación e invitación para ser parte de la política “mundial”, deben ser consientes de su entorno, de la actual situación política, de la crisis económica y todo aquello que pueda robarles la poca objetividad que quede en el campo profesional.
La enfermería se ha destacado por ser apolítica, por no marcar su rango de acción a un color o una bandera. Muy lindas palabras, pero imposibles de cumplir. En un planeta sumergido en continuos conflictos armados, quien tenga la voluntad de ayudar debe ser esclavo de un sistema que asesina, que discrimina e infecta de muerte todo aquello que desea poseer. Una función de títeres donde no somos más que una triste marioneta con ínfulas de libertad y autonomía de servicio.
La llama que crece en el corazón de una verdadera vocación se ve reducida a un eslogan en un uniforme, que recuerda y arrastra las cadenas que anuncian su meretricio a un sistema amante de la ciencia, que la ama y la desprecia como ingrato amante, que obtiene lo que desea y paga sus migajas, abre una puerta que refleja una borrosa imagen de la luz de la libertad y con amorosa voz recita poemas de apoliticidad mientras aprieta con rudeza los grilletes que someten a su víctima.
Reos en una prisión que hemos formado con nuestras propias manos, adictos a una droga que llamamos “verdad”, que se comporta como el aire; lo sentimos como un cálido abrazo que escapa de nuestras manos cuando queremos atraparlo. ¿Cual es la salida para un conflicto que es ajeno aún a los experimentados ojos de un mentor?
La respuesta es muy simple, en países con gran crecimiento industrial y económico, la educación se centra en desarrollar una habilidad indispensable para el crecimiento en cualquier categoría profesional, esta es la capacidad para desechar lo que considerábamos irrefutable. Desocupar nuestro vaso, cada vez que sea posible e intentar llenarlo de con nuevo conocimiento, conocer nuestra posibilidad de fallar y nuestra capacidad de evolucionar.
Para romper los hilos que encasillan nuestra calidad como persona conforme a lo que sabemos o poseemos solo basta con aceptar lo ignorantes que somos, no con el animo de menospreciar nuestro conocimiento sino con el fin de despertar un genuino “apetito” por saber, por ayudar y finalmente por brindar un servicio que rompa los esquemas monetarios o políticos que pretendan manipular nuestras intereses.
BIBLIOGRAFÍA
Marias, J. (1995). Antropologia Metafisica. En J. Marias, Antropologia Metafisica (pág. 54). Madrid: Alianza Editorial.
Microsoft ® Encarta ®2009, R. t.-2. (s.f.). Microsoft Encarta 2009.
OMS, O. M. (s.f.). www.oms.org. Recuperado el 1 de Mayo de 2009, de www.oms.org: www.oms.org
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